La lluvia tras el cristal
te distrae y reconforta.
Esa dulce sensación
a otro tiempo te transporta.
Y ver la lluvia caer
te trae la melancolía
y a la vez sientes la paz,
la sensación de otros días.
De lluvia que no envejece
y siempre es bien recibida.
Estamos secos a veces
y la lluvia es el amigo
que nos regala con creces.
Seguiré tras el cristal
por si volviera a llover.
Que entre las gotas consiga
ver mi amigo aparecer.
JALON
NOTICIAS.ES
Comentarios