PEDRO SÁNCHEZ DECIDE CONTINUAR AL FRENTE DEL GOBIERNO HACIENDO UN LLAMAMIENTO AL "JUEGO LIMPIO"

Tras una gran espectación, y después de un comienzo que hacía presagiar que podía llegar a dimitir, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, ha terminado confirmando su decisión de continuar en el cargo. Algo que hace, según ha señalado, a pesar del intenso escrutinio y acoso que su familia ha soportado durante la última década. Sánchez ha hecho un llamamiento a la reflexión y al "juego limpio".

En una locución sin preguntas desde el Palacio de la Moncloa, Sánchez ha asegurado que seguirá adelante "con más fuerza si cabe", llamando a toda la sociedad a "salir del fango" en el que se ah instalado la política. Esta decisión, afirma, es un "punto y aparte", marcando un compromiso renovado con la limpieza y la regeneración democrática.

El presidente señaló que la "movilización social" ha influido en su decisión, reconociendo el apoyo recibido de la ciudadanía. En un preámbulo lleno de reflexiones, Sánchez destacó que "no hay honor que justifique el dolor de las personas que uno más quiere", aludiendo al sufrimiento que su familia ha experimentado.

Sánchez ha hecho hincapié en que la situación actual "no obedece a ningún cálculo posible" y que a veces es necesario detenerse para avanzar. Advirtió sobre la degradación de la vida pública y destacó que el respeto no es una cuestión ideológica, sino un valor que define a la sociedad, razón por la que el presidente se había retirado durante cinco días de la vida pública para reflexionar sobre su continuidad en el cargo, tras sentirse afectado por lo que percibe como una campaña de las derechas política, judicial y mediática. 

La denuncia para investigar las relaciones de su esposa, Begoña Gómez, con varias entidades, había añadido una capa de tensión a la situación. Durante estos días, Sánchez estuvo recluido en la Moncloa con su familia, sin apenas contacto con ministros ni altos mandatarios del Partido Socialista, lo que mantuvo en vilo a la política española sin filtraciones ni indicios de su decisión final. Con este anuncio, se disipan las incertidumbres y el presidente retoma el timón de un país marcado por la polarización y la controversia.