Esta semana tenemos mucha participación, a parte de los alumnos y alumnas de Arcos y Monteagudo, que no se pierden una, hoy se nos unen los coles de Alhama y también de Medinaceli.
En nuestra ruta de la semana pasada a Chaorna y Judes, les hacía varias preguntas sobre animales que fuimos viendo por el camino, a parte de tener que descubrir de quien eran los rastros que encontramos y he de decir que ya tenemos a unos expertos rastreadores y rastreadoras en el Alto Jalón.
Han reconocido a la primera al corzo que veíamos comiendo, a los buitres que estaban posados en las rocas, el sonido de las ranas, a los pequeños renacuajos que nadaban en la Laguna de Judes, y al animal que buscábamos por sus rastros, que efectivamente era la Cabra Montesa o Cabra Hispánica. Os dejo dos fotos. En la primera es un ejemplar de Cabra Montesa en uno de los pueblos del Alto Jalón, a ver si sabéis de que pueblo se trata.
Esta semana le he hecho caso a la profe de Alhama Ana Bendicho, y puesto que llevamos varias jornadas yéndonos a la vertiente soriana del Alto Jalón, en esta ocasión nos vamos a ir al lado zaragozano y vamos a descubrir Embid de Ariza.
Embid es un pequeño pueblecito por el que pasa un rio que tiene varios nombres, el más conocido es río Henar, aunque en Embid se le llama río Algadir. Es un nombre que proviene del árabe y significa laguna o estanque a pesar de que tiene muy poquito caudal. También se le conoce como río Lerar, esto depende de cada pueblo y es un afluente del río Jalón, como el Nágima que pasa por Monteagudo y también termina en el Jalón.
Esta semana nos ha hecho bastante calor, tanto, que Pipo y Tina me vieron cogiendo la mochila y ni si quiera hicieron amago de levantarse de su siesta. Mientras ellos seguían haciendo el vago a la sombra, yo me puse a repasar que no se me olvidase nada, prismáticos, guías, regla y por supuesto nuestra bolsa para recoger la basura que vamos encontrando en nuestro camino. Una vez hecho el repaso, me puse en pie y me dirigí hacia la furgoneta. Y ahí ya si que mis peluditos se vinieron corriendo y ladrando de alegría como siempre.
Les abrí la puerta para que se montasen, cogí también una botellita de agua y nos pusimos los cinturones para arrancar hacia 'La Casa de la Vega' en Embid de Ariza.
Por el camino vimos bastantes aves, el cielo estaba lleno de golondrinas, aviones y vencejos en busca de insectos y también vimos algún cernícalo volando. ¿Os acordáis de ellos? Vimos uno cazando en la laguna de Judes, son estas aves que son capaces de quedarse cernidas, es decir, quietas en el aire en busca de sus presas, y precisamente por esto los pudimos reconocer rápidamente.
También vimos otra rapaz muy común en el Alto Jalón y que además podemos observar durante todo el año como a los cernícalos, que es el ratonero común. Estos es muy muy común verlos posados en los postes de la luz al lado de las carreteras. Se posan ahí esperando a que algún conductor atropelle a algún animalete y poder bajar a comérselo. Aunque son cazadores, con el tiempo se han vuelto un poco vaguitos y de hecho como cada vez cazan menos, la evolución está haciendo que sus garras sean cada vez más pequeñas, puesto que las usan con menor frecuencia.
Llegamos a 'La Casa de la Vega'. Justo al lado de la carretera hay un espacio para aparcar, así que dejamos ahí la furgo. Les abrí la puerta a nuestros peludetes, cogí la mochila y nos pusimos en marcha en busca del viejo y famoso Quejigo.
Y diréis... ¿Qué es eso de un Quejigo? Pues mirar, un quejigo es un árbol y es de la misma familia que las carrascas, que ya las conocemos de otros paseos. La hoja del quejigo es algo más grande que la de la carrasca y no suele ser tan pinchuda. Sus frutos son los mismos que los de la carrasca, solo cambia el tamaño. ¿sabéis cual es el fruto de la carrasca? Ahí os dejo la primera pregunta de esta semana.
Bueno, comenzamos a andar por el camino, a mano derecha queda el viejo cortijo de los dueños y guardeses de este paraje y dentro de él, aunque cueste un poco de creer hay un gran cañar de bambú. Algo un tanto curioso en esta zona tan seca, puesto que el bambú requiere bastante humedad.
Para llegar hasta el gran Quejigo había que cruzar el río Algadir. Pipo y Tina como ya os podéis imaginar estaban ya chapoteando y rebozándose en el agua. Como os he dicho antes, es un río que lleva poco caudal, cosa que me vino muy bien para poder cruzarlo yo sin arriesgarme mucho y caer al agua.
Nos íbamos acercando al Quejigo... no os lo he contado, pero este árbol tiene alrededor de 500 años, mide 26 metros de altura y el perímetro de su tronco es superior a los 5 m. Es decir, que para rodearlo hacen falta unos cuantos rastreadores y rastreadoras. Si no habéis estado nunca y no conocéis a este ancianito os recomiendo que le hagáis una visitilla, porque es digno de ver.
Estábamos ya debajo de la sombra del gran Quejigo y yo decidí sentarme al lado de su tronco para descansar un poco, pero según estaba apoyando el culete en el suelo, vi a Pipo rebozándose en algo. Oh oooh.... Cuando los perros se rebozan en algo normalmente es o en caca humana, porque a alguien le haya podido dar un apretoncillo y no haya podido llegar a casa o en algún animal muerto. Dos cosas poco agradables y muy mal olientes.
Enseguida le alce la voz . Pipo!!! Para cochino! Pero Pipo no me hacía ni caso, así que me levanté corriendo para apartarle de allí y rezando: que no sea una mierda, que no sea una mierda por favor... y cuando llegué allí... Uffff menos mal, no era caca. Falsa alarma, porque si no, me hubiese tocado meterme al río con él para lavarle. Está claro que a la furgo no iba a subir rebozado en caca apestándonos a Tina y a mí.
No era una mierda, así que solo quedaba la otra opción, un bicho muerto. Y así fue, me puse a mirar y en concreto era un pájaro. Cogí un palo para moverlo y ver si conseguía identificar la especie y era un pájaro carpintero. Pobrecillo, había sido predado por algún otro animal.
Había una curiosidad en él, y era que no tenía cabeza. El animal que lo había cazado, lo había degollado. Había también algunas plumitas de aquel pobre carpintero. No se si os acordáis, pero en una de nuestras rutas ya nos encontramos también a un pájaro que había sido cazado, y fijándonos en los cañones de estas plumas arrancadas, en si estaban rotos o enteros, podíamos saber si el depredador había sido un ave rapaz o un mamífero. Si los cañones están rotos, nos indica que ha sido un mamífero el depredador, puesto que usan los dientes y las rompen, si por el contrario los cañones están intactos, nos indica que ha sido una rapaz.
Los cañones estaban rotos, por lo tanto estábamos ante un mamífero. Solamente con este rastro ya tenemos muchas muchas pistas que ahora iremos mencionando. El caso es que me puse a mirar por el suelo a ver si tenía algo de suerte y podía ver alguna huella, y justo en la orilla del camino, que estaba la tierra un poquito húmeda vi unas huellas de aquel mamífero que se había merendado al pobre carpintero.
Las huellas podríamos decir que se asemejaban a las de un gato, tienen una almohadilla central más marcada, con forma de media luna y luego cuatro dedos que se veían muy bien y un quinto que no se apreciaba tanto.
Yo ya lo tenía claro, porque he visto sus rastros muchas veces y también se me ha cruzado alguna por la noche yendo en el coche, de hecho el otro día retiré una que estaba atropellada en la carretera, y es que son animales de hábitos nocturnos.
Uno de los mayores peligros de la fauna salvaje, son los coches y los atropellos. Por eso cuando vamos por las carreteras que nos llevan a nuestros pueblos, hay que ir despacito y con mucha atención, para evitar estos accidentes.
Venga que antes de volvernos al coche vamos a hacer repaso de los rastros y todas las pistas que estos nos dan y os daré alguna pista extra para que os sea más fácil averiguar de que especie se trata, porque creo que esta vez os va a tocar investigar para poder adivinarla.
Por el cadáver del pajarito carpintero y el estado de los cañones de las plumas sabemos que es un mamífero y que es carnívoro. Al ver que estaba degollado, esto también nos da una pista, puesto que es algo que suele hacer una familia determinada de animales que son los mustélidos. Los mustélidos son un grupo de mamíferos carnívoros en la que podemos encontrar por ejemplo al tejón, que ya lo vimos en uno de nuestros paseos o los hurones, que a lo mejor a estos los conocéis más, para que os hagáis una idea más o menos de como es esta familia en la que todos se parecen bastante la verdad. Los degüellan para alimentarse de la sangre y muchas veces ni se comen la carne... todo depende de el hambre y la prisa que tengan. Por la huella, podemos intuir que no se trata de un animal muy grande, podríamos decir que el tamaño es similar al de un gato. Como buen mustélido tiene una larga y peluda cola que le sirve para guardar el equilibrio, puesto que son bastante trepadores, suelen subir a los árboles a comerse los pollitos de los nidos e incluso los huevos. Esta especie en concreto os diré que tiene un babero de color blanco y que es prima hermana de otra especie que se llama Marta. A pesar de no ser animales muy grandes tienen una boca muy peligrosa, con colmillos muy afilados, que no se nos olvide que estamos ante un depredador carnívoro.
Espero que con todas las pistas que nos han dado los rastros encontrados y las extras que os he dado yo tengáis suficiente para investigar y dar con ella.
Lo descubrimos la semana que viene, aquí, en Siguiendo el Rastro.
JALON
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